Bienvenidos a disfrutar de los detalles que hacen que la vida tenga estilo.
Hace poco fuimos invitados por parte de un colega de profesión a pasar unos días en su casa de campo que se ubica en el sur de Francia, entusiasmados con la invitación aceptamos y allí fuimos, fueron unos días maravillosos, el sol y la lluvia hicieron que el paisaje lo pudiéramos visualizar de distintas maneras, a cada cual más enigmáticas.
En este post os mostramos la experiencia de SUMAQ IMAGE, a través de imágenes, como son los detalles que atendemos, la actitud de encontrar belleza allí donde vayas, de entusiasmarte con lo que vivas, todo ello y más hace que la vida sea más intensa.
Empezamos el día abriendo la ventana y te maravillas con la preciosa vista, respiras hondo y el aire es más puro, el frío despierta los últimos sentidos que todavía estaban adormilados, una vez en acción bajamos a desayunar ricos cereales, mermeladas de los frutos que dieron los árboles de la finca, hogazas de pan y leche fresca.
Una vez energetizados nos vamos a reconocer el terreno y tomamos contacto con nuestros vecinos, además de recoger los regalos que nos van dejando.
Como siempre no descuidamos la salud y por estar en un lugar diferente que mejor oportunidad para ir correr, hacer una ruta en bicicleta, o simple paseo para descargar tensiones, sabes seguro que podrás encontrar otras maravillas como esta.
De regreso a casa, preparamos la comida siempre con hortalizas del huerto y productos ecológicos, sin duda es el mejor lugar para encontrarlos, su sabor es mucho mejor y alejamos de nuestro cuerpo una serie de productos (pesticidas, fertilizantes químicos, etc) que dañan nuestra imagen (salud interior que también se refleja en el exterior). Por cierto la mesa siempre puesta con detalles sencillos pero que la hacían especial, nos encantaba la imaginación que usaba nuestra anfitriona para decorar.
Retomando la decoración, cada rincón de la casa gozaba de detalles que todos podemos hacer en nuestros hogares con un poco de creatividad, dando personalidad a nuestras casas.
Después de un par de días en pleno contacto con la naturaleza y para que sea una experiencia completa visitamos la ciudad más próxima, allí pudimos adquirir algunos productos étnicos y ver la moda, complementos, decoración, etc. en las calles a través de sus escaparates.
Un largo paseo que se hizo corto, tantas cosas que ver en tan poco tiempo, pero aun nos quedaba un día más, así que nos fuimos a descansar ya que la mañana siguiente sería nuestro último paseo por la ciudad y además habrían el mercado, siempre se encuetran escenas e imágenes fabulosas en los mercados.
Como cada mañana un energizante desayuno, al teminar, rápidamente habitamos las calles, tuvimos una pizca de compras, intensos olores, preciosos colores y sonidos que despietan el interés y por supuesto algo de arte y cultura.
Y aquí acaba nuestro viaje, todo estuvo estupendo, y ahora, con muchas ganas de volver, de poner en prácticas las ideas que surgieron, con la mente despejada y con muchos deseos de ofreceros más experiencias que os den ideas para que la visión de la vida se amplíe aún más; ya en España, con un grato recuerdo, os decimos …., Merci y hasta la próxima amigos.
